Ludoterapia
La novena práctica, consistía también en distintas actividades.
En la primera actividad, comenzamos (al igual que en la práctica anterior) todos sentados formando un círculo. Empezamos contando como nos sentíamos cada uno. También puntuamos del 1 al 10 lo felices que somos en general en nuestra vida, y después dijimos una cualidad nuestra o algo que nos gusta de nosotros mismos, primero algo positivo y después algo negativo.
La segunda actividad fue la de "Pobrecito gatito". En este juego, una persona hacía de gato y tenía que andar a cuatro patas hasta llegar frente a un compañero. Después tenía que parar y maullar. Por otro lado, este compañero tenía que acariciar al "gatito" y decirle "pobrecito gatito", intentando no reírse. Y para terminar, el que había hecho de gatito elegía a otro compañero para que, después, él hiciera de gatito, y así sucesivamente.
La tercera actividad consistía en cerrar los ojos y buscar una pareja. Teníamos que ponernos espalda contra espalda y movernos como quisiéramos (siempre tocándonos la espalda). Después lo mismo pero con otra pareja, aunque en esta ocasión moviendo el culo. Podíamos bailar chocando el culo o lo que quisiéramos. Todo esto con música movida de fondo, para animarnos.
En la cuarta actividad, hicimos el juego de Viki (Vikingo), Bonni (Conejito) y ambulance. Aquí, por ejemplo en el caso de ambulance, una persona tenía que hacer el símbolo de girar el volante a la vez que decía "Ni no, ni no, ni no...", y los compañeros de su izquierda y derecha, respectivamente, tenían que girar la mano con el brazo que le correspondiese en alto y también hacer el mismo sonido.
Con los otros dos juegos (Viki y Bonni) hacíamos lo mismo pero con otros movimientos diferentes. Y por último, para hacer un poco más complicado y divertido el juego podíamos mezclar los tres de manera que nos liásemos y fuéramos eliminándonos poco a poco, hasta que quedasen finalmente tres personas.
En la quinta actividad, hicimos la dinámica de "El lava coches". Aquí, teníamos que formar dos filas mirándonos unos con otros, de manera que formáramos una máquina de lavado de coches, haciendo los movimientos adecuados. Primero, hacíamos de agua, después de jabón y más tarde de secado. Podíamos acariciar, frotar, palmear, soplar y besar al compañero como si fuera el propio coche mientras pasaba a través del túnel de lavado. Al llegar al final, nos incorporábamos a la máquina, mientras otra persona reiniciaba el juego, y así sucesivamente, hasta que todos habíamos sido "lavados".
En la sexta actividad nos pusimos en fila y cada uno mirando la espalda del de delante. A continuación, teníamos que hacerle el mismo masaje o caricia que nos transmitiera el de atrás, es decir en cadena. Y, al final, acabamos todos apoyados en la espalda del compañero y podíamos hacer movimientos o simplemente relajarnos.
En la séptima actividad teníamos que escoger un compañero para que fuera nuestra pareja y durante un minuto teníamos que darle cariño. Podía ser en forma de abrazos, besos, cosquillas, caricias, etc.
Y por último, en la octava actividad, sentados en el suelo formando un círculo teníamos que contar nuestra experiencia a lo largo de toda la práctica, es decir, como nos habíamos sentido, como nos encontrábamos en ese momento y lo que nos llevábamos de ello.
Para continuar, estas son algunas nuevas dinámicas que yo propondría:
1) EL CORRO DE LA TARDE.
Los participantes se sienta en círculo. El terapeuta explica lo que cada persona tiene que decir.
Primero, decir la flor, el animal o el árbol que te recuerde la persona que está a tu lado, y por qué.
Segundo, decir una cualidad de la persona situada a tu izquierda y ofrecer una de tus cualidades positivas a la de tu derecha.
Tercero, decir una palabra, dos o tres, que expresen tus sentimientos agradables al estar con el grupo.
2) ABRAZOS MUSICALES.
Para empezar la dinámica se pone música, a la vez que los participantes danzan por la sala. Cuando la música se detiene, cada persona abraza a otra. La música continúa y los participantes vuelven a bailar (si quieren, con su compañero). La siguiente vez que la música se detiene, se abrazan tres personas. El abrazo se va haciendo cada vez mayor, hasta llegar al final.
3) PÍO, PÍO.
Para esta dinámica todos cierran los ojos y el terapeuta murmura a uno o una "Tú eres papá o mamá gallina". Ahora todos empiezan a mezclarse, con los ojos cerrados. Cada uno busca la mano de otro u otra, la aprieta y pregunta: "¿Pío, pío?". Si el otro también pregunta "¿Pío, pío?" se suelta de la mano y siguen buscando y preguntando, aparte de la mamá o el papá gallina que mantiene siempre silencio. Cuando una persona no le contesta, ésta sabe que ha encontrado a papá o mamá gallina y se queda cogido de la mano guardando silencio. Si alguien encuentra unas manos cogidas y silencio, puede entrar a formar parte del grupo. Pronto se oirán menos "Pío, pío", hasta que todos estén cogidos. Luego el terapeuta les dirá que abran los ojos.
4) LA ENSALADA.
Para esta dinámica todos se tendrán que poner de pie formando un círculo. La terapeuta se pondrá en medio y les guiará. Ellos deben repetir todo lo que ella diga. Esto es lo que dirá: "Pica, pica la ensalada,... ralla, ralla la ensalada,... mueve, mueve la ensalada..." y cuando diga, por ejemplo, "ensalada de 5" se abrazarán en grupos de 5 personas. Después, sin moverse del grupo que han formado, volverán a repetir lo que diga la terapeuta, y así sucesivamente.
Y para finalizar, decir que en esta práctica me he divertido mucho. En la primera actividad me di cuenta que me costó mucho más encontrar cosas positivas o que me gusten de mi, que las negativas. Por el contrario, de negativas me venían muchas más a la cabeza.
En la actividad de ponernos espalda contra espalda, rozar el culo y bailar disfruté mucho, y aunque soy un poco vergonzosa, al tener todos los ojos cerrados y ver que la pareja con la que me tocaba se movía o bailaba con atrevimiento, me incitó a hacer lo mismo, me involucré, me dejé llevar y me lo pasé muy bien.
Lo mismo me ocurrió con el juego de "Viki, Bonni y ambulance". Fue muy animado y poco a poco íbamos acelerando porque nos poníamos nerviosos e intentábamos pasar el turno al siguiente lo más rápido posible, para no equivocarnos y, de esta manera, nos entraba la risa.
Y, para terminar, tanto con la dinámica de "El lava coches" como con la de darle cariño a un compañero durante un minuto, me sentí relajada, querida y tranquila.
En la primera actividad, comenzamos (al igual que en la práctica anterior) todos sentados formando un círculo. Empezamos contando como nos sentíamos cada uno. También puntuamos del 1 al 10 lo felices que somos en general en nuestra vida, y después dijimos una cualidad nuestra o algo que nos gusta de nosotros mismos, primero algo positivo y después algo negativo.
La segunda actividad fue la de "Pobrecito gatito". En este juego, una persona hacía de gato y tenía que andar a cuatro patas hasta llegar frente a un compañero. Después tenía que parar y maullar. Por otro lado, este compañero tenía que acariciar al "gatito" y decirle "pobrecito gatito", intentando no reírse. Y para terminar, el que había hecho de gatito elegía a otro compañero para que, después, él hiciera de gatito, y así sucesivamente.
La tercera actividad consistía en cerrar los ojos y buscar una pareja. Teníamos que ponernos espalda contra espalda y movernos como quisiéramos (siempre tocándonos la espalda). Después lo mismo pero con otra pareja, aunque en esta ocasión moviendo el culo. Podíamos bailar chocando el culo o lo que quisiéramos. Todo esto con música movida de fondo, para animarnos.
En la cuarta actividad, hicimos el juego de Viki (Vikingo), Bonni (Conejito) y ambulance. Aquí, por ejemplo en el caso de ambulance, una persona tenía que hacer el símbolo de girar el volante a la vez que decía "Ni no, ni no, ni no...", y los compañeros de su izquierda y derecha, respectivamente, tenían que girar la mano con el brazo que le correspondiese en alto y también hacer el mismo sonido.
Con los otros dos juegos (Viki y Bonni) hacíamos lo mismo pero con otros movimientos diferentes. Y por último, para hacer un poco más complicado y divertido el juego podíamos mezclar los tres de manera que nos liásemos y fuéramos eliminándonos poco a poco, hasta que quedasen finalmente tres personas.
En la quinta actividad, hicimos la dinámica de "El lava coches". Aquí, teníamos que formar dos filas mirándonos unos con otros, de manera que formáramos una máquina de lavado de coches, haciendo los movimientos adecuados. Primero, hacíamos de agua, después de jabón y más tarde de secado. Podíamos acariciar, frotar, palmear, soplar y besar al compañero como si fuera el propio coche mientras pasaba a través del túnel de lavado. Al llegar al final, nos incorporábamos a la máquina, mientras otra persona reiniciaba el juego, y así sucesivamente, hasta que todos habíamos sido "lavados".
En la sexta actividad nos pusimos en fila y cada uno mirando la espalda del de delante. A continuación, teníamos que hacerle el mismo masaje o caricia que nos transmitiera el de atrás, es decir en cadena. Y, al final, acabamos todos apoyados en la espalda del compañero y podíamos hacer movimientos o simplemente relajarnos.
En la séptima actividad teníamos que escoger un compañero para que fuera nuestra pareja y durante un minuto teníamos que darle cariño. Podía ser en forma de abrazos, besos, cosquillas, caricias, etc.
Y por último, en la octava actividad, sentados en el suelo formando un círculo teníamos que contar nuestra experiencia a lo largo de toda la práctica, es decir, como nos habíamos sentido, como nos encontrábamos en ese momento y lo que nos llevábamos de ello.
Para continuar, estas son algunas nuevas dinámicas que yo propondría:
1) EL CORRO DE LA TARDE.
Los participantes se sienta en círculo. El terapeuta explica lo que cada persona tiene que decir.
Primero, decir la flor, el animal o el árbol que te recuerde la persona que está a tu lado, y por qué.
Segundo, decir una cualidad de la persona situada a tu izquierda y ofrecer una de tus cualidades positivas a la de tu derecha.
Tercero, decir una palabra, dos o tres, que expresen tus sentimientos agradables al estar con el grupo.
2) ABRAZOS MUSICALES.
Para empezar la dinámica se pone música, a la vez que los participantes danzan por la sala. Cuando la música se detiene, cada persona abraza a otra. La música continúa y los participantes vuelven a bailar (si quieren, con su compañero). La siguiente vez que la música se detiene, se abrazan tres personas. El abrazo se va haciendo cada vez mayor, hasta llegar al final.
3) PÍO, PÍO.
Para esta dinámica todos cierran los ojos y el terapeuta murmura a uno o una "Tú eres papá o mamá gallina". Ahora todos empiezan a mezclarse, con los ojos cerrados. Cada uno busca la mano de otro u otra, la aprieta y pregunta: "¿Pío, pío?". Si el otro también pregunta "¿Pío, pío?" se suelta de la mano y siguen buscando y preguntando, aparte de la mamá o el papá gallina que mantiene siempre silencio. Cuando una persona no le contesta, ésta sabe que ha encontrado a papá o mamá gallina y se queda cogido de la mano guardando silencio. Si alguien encuentra unas manos cogidas y silencio, puede entrar a formar parte del grupo. Pronto se oirán menos "Pío, pío", hasta que todos estén cogidos. Luego el terapeuta les dirá que abran los ojos.
4) LA ENSALADA.
Para esta dinámica todos se tendrán que poner de pie formando un círculo. La terapeuta se pondrá en medio y les guiará. Ellos deben repetir todo lo que ella diga. Esto es lo que dirá: "Pica, pica la ensalada,... ralla, ralla la ensalada,... mueve, mueve la ensalada..." y cuando diga, por ejemplo, "ensalada de 5" se abrazarán en grupos de 5 personas. Después, sin moverse del grupo que han formado, volverán a repetir lo que diga la terapeuta, y así sucesivamente.
Y para finalizar, decir que en esta práctica me he divertido mucho. En la primera actividad me di cuenta que me costó mucho más encontrar cosas positivas o que me gusten de mi, que las negativas. Por el contrario, de negativas me venían muchas más a la cabeza.
En la actividad de ponernos espalda contra espalda, rozar el culo y bailar disfruté mucho, y aunque soy un poco vergonzosa, al tener todos los ojos cerrados y ver que la pareja con la que me tocaba se movía o bailaba con atrevimiento, me incitó a hacer lo mismo, me involucré, me dejé llevar y me lo pasé muy bien.
Lo mismo me ocurrió con el juego de "Viki, Bonni y ambulance". Fue muy animado y poco a poco íbamos acelerando porque nos poníamos nerviosos e intentábamos pasar el turno al siguiente lo más rápido posible, para no equivocarnos y, de esta manera, nos entraba la risa.
Y, para terminar, tanto con la dinámica de "El lava coches" como con la de darle cariño a un compañero durante un minuto, me sentí relajada, querida y tranquila.